Estoy tan contento,
Estoy tan tranquilo,
Es la paz que siento,
Por el tiempo que he vivido.

De una u otra manera han pasado los años,
Y en ellos han germinado los segundos, minutos y horas vividas,
Y en ellos he podido observar la perfección y la belleza de la naturaleza,
La maldad de sus malos hijos.

También he visto, en ese momento que ha pasado,
como las cosas han cambiado,
He podido ver, como muchos han derramado por nosotros,
Su valioso fluido carmesí,
Y sé que donde estén, deben estar bien dolidos.

Dolidos por haber entregado sus esencias
Para que hoy nuestro país esté preso por la impotencia,
Por la indecencia, extravagancia, opulencia, la vergüenza, el hambre,
La desfachatez, y todos los malos atributos,
Que generan los que nos han dirigido,
Y que se han constituido en un club denominado «los corruptos»,
Y deben pensar que todo esto no tiene sentido.

Oh!, héroes de junio, Oh!, héroes de mayo, oh!, héroes de los doce años,
Oh!, héroes de todos los tiempos!
Escuche esta voz como un latido de aliento,
Porque a pesar de todo el dolor que siento,
Veo un pueblo que tan mal maltratado, herido y hambriento,
Surge como el ave fénix,
Para continuar su camino,
Sin importar todo lo que haya que pasar,
Ferviente, vigoroso, con la frente en alto,
Y con sus ejemplos mil veces gloriosos,
Para conquistar la anhelada patria.

La patria digna, justa,
Donde la tranquilidad y la decencia sean parte de su esencia,
Donde el miedo se cambie por la sonrisa,
Donde no vivamos amenazados por la injusticia.

Ese pueblo ya lo ha demostrado,
El cuatro por ciento y Loma Miranda, dos ejemplos palpados,
Es necesario seguir el sendero de la no impunidad
Para lograr derrotar todos los anti valores
Vertidos por todos estos malos dirigentes,
Y rescatar nuestra patria, hermosa como es y ya no tan adolescente.

Estoy contento, estoy tranquilo,
Porque realmente nuestro pueblo ha renacido.