Tengo que matar esta soledad que me agobia,
Tengo que desenredar esta tristeza que me esclaviza,
¿Porqué partiste tan temprano?
¿Porqué me dejaste con la juventud en las manos?
¿Porqué enterraste este amor que te entregué?

Levantaste velas en los mejores años,
Fuiste a buscar otros puertos no lejanos
Donde fácilmente podías atracar,
Pero el tiempo te ha de demostrar
La joya que perdiste y no volverás a encontrar.

Hoy, después de tantas primaveras,
Luego de superar aquella soledad inmensa,
Vivo con fervor
Abrazado a los frutos que me dejaste
que hoy forman un gran corazón.

Hoy vivo apegado a la naturaleza
Viviendo cada día con firmeza,
Sintiendo cada momento,
Saboreando el néctar de cada flor,
Abrigándome en la belleza de cada atardecer
Para frío no volver a tener.

Aprendí a valorar las cosas buenas de la vida,
Y tu no estas en ellas desde tu partida,
Disfruto de una buena lectura,
O de la brisa que me abraza con ternura,
De la pintura, el teatro, el cine o la escultura,
Cosas que a ti no te importan
Pero a mi me fortalecen y me maduran.

En estos tantos años mi vida ha florecido,
Es posible que tu ausencia lo haya permitido
Por lo que me siento realizado, amado y bien vivido,
Y si alguna cosa te agradezco,
Es que hayas partido.