Descripción
Tú, mujer, habilitada de belleza inmaculada,
De cuerpo compuesto de grandes riquezas naturales,
De senos alineados ordenadamente, poblados de diversos atractivos,
Y en cuya epidermis reposa toda la gracia sencilla y variada de su confección.
Tú, mujer, que entregas todo tu ser,
Que como madre abnegada,
Cuidas tus hijos como fiera enjaulada,
Que con la misma fuerza les brinda ternura y amor.
Tú, mujer, que has sabido con tu vida tejer
La esencia de la existencia,
Bordando cuidadosamente en cada hilo,
El destino perseguido.
Tú, mujer, que arropas la soledad,
Que te conviertes en aliento del sustento,
Caminando por los principios del tormento,
A veces indefensa en el camino de tu tiempo.
A ti que medita cada cosa en su momento,
Y a veces el dolor impulsa tus lágrimas al viento,
Pero tienes que responder desde adentro,
Porque has nacido para vencer en el espacio y el tiempo.
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