Mi DUEñA
Te has adueñado de mi cerebro,
Dominas con ello todos mis sentidos
Y me tienes envuelto en el paquete de tus deseos,
En mis puntos cardinales,
Y con mi corazón al libre albedrío.
Cosechas todos los frutos de mi existencia,
Arando en cada movimiento en que existo
Y logras con ello rápidamente ,
Mantener el sabor por el que vivo.
Con solo pensarlo me ordenas,
Y exploro tu cuerpo finito,
Haciendo las paradas reglamentarias
Cumpliendo con todos tus requisitos.
Cada toque, cada movimiento,
Se convierte en un manjar exquisito,
Que disfrutamos extraordinariamente,
Sin importar el tiempo y sin requisitos.
Quisiera que toda la vida
Domines mi cerebro bendito,
Para vivir mañanas tarde y noches
Haciendo este amor infinito.