Desde que tengo uso de razón,
Vivo enamorado de esa mujer,
No aquella que de su vientre me vio emerger
A la que venero y quiero de enero a enero,
Sino aquella que al nacer me supo acoger.

Esa mujer fuerte, vigorosa
A la que todos sus atributos la hacen hermosa,
La que la naturaleza colmó de belleza,
Y que acoge a sus hijos con tanta terneza.

Sí, a ti patria mía,
A la que los valientes dieron el nombre un día,
Y lo sellaron con su sangre y gallardía,
Con cuánto orgullo te menciono cada día.
República Dominicana,
Y al hacerlo, me tiembla el corazón de alegría.

Sí, a ti patria mía,
En la que crecí y me eduqué,
Donde la unión de la familia palpé,
Y de la armonía de los vecinos gocé.

A i, que has criado buenos hijos,
Unos pocos te han engañado.