A MI PADRE
Tu piel se arrodilla ente el tiempo,
Se cuartea en surcos sin aliento,
Ella refleja en su configuración,
Las arduas luchas por la vida y tu superación.
Cosechando el conocimiento
por decisión propia para desarrollar tu talento,
Con lo aprendido abriste puertas en todo momento,
Tu seriedad y firmeza te permitieron ser un ente de grandeza,
Grandeza de espíritu, de pulcritud, de ejemplo.
Es el tiempo que ahora se arrodilla ante tus huellas,
Y te rinde homenaje sin querellas,
porque siempre estas presente en nuestras vidas
Y nadie te apartara de ellas.
La clausura de tu vida fue y sigue siendo dolorosa,
Pero tu esencia vive como siempre
Fuerte y decorosa.
Hemos de seguir tu ejemplo,
Peldaño a peldaño, loza a loza,
Para entregar seres sanos a nuestra patria hermosa.